martes, 9 de noviembre de 2010

El ferrocarril, de Manet

Lámina en A3, 12€
Lámina en A4, 7€
El escándalo que provocaron "El desayuno en la hierba" y "Olimpia", provocaron que Manet perdiera el favor de los salones oficiales del que había disfrutado antes. La obras que presentaba no pasaban el corte, y a medida que su estilo se acercaba más a los cánones impresionistas (grupo del que siempre se desmarcó), se fue alejando más de la aprobación academiscista. Este cuadro, pintado en 1873, aparecen retratadas Victorine Mourent y la hija del pintor Alphonse Hirsch, Suzanne, en el jardín de este, que colindaba con la estación de Saint Lazare. El ferrocarril,  símbolo del gusto por la modernidad tan de moda entre los impresionistas, es el auténtico protagonista de este lienzo (a pesar de quedar oculto tras el vapor de agua), lienzo que no fue aceptado en los salones oficiales por que no se sabía a que estilo pertenecía. A pesar de todo, Manet nunca dejó de buscar la aprobación oficial. (National Gallery, Washington)

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