martes, 14 de septiembre de 2010

El éxtasis de Santa Teresa, de Bernini

Lámina en A3, 10€
Lámina en A4, 6€

El éxtasis de Santa Teresa, está considerada como una de las mas importantes obras escultóricas del alto Barroco romano, y representa el momento en el que el ángel se dispone a atravesar el corazón de la Santa con la flecha dorada, escena sacada de los propios escritos de la monja, canonizada en 1622. Tras el fin del papado de los Barberini, Bernini cayó en desgracia (por lo derroches y excesos de estos papas en los que participó), por lo que sus servicios estaban disponibles, y de ellos hizo uso el cardenal veneciano Federico Cornaro, quien le encargó esta obra para su tumba en la iglesia de Santa Maria della Vittoria, en Roma. La obra fue realizada entre 1647 y 1651, tomando siempre como referencia los textos de Santa Teresa en los que relata el momento de la transberveración, momento de terrible dolor y gran placer, al que muchos críticos atribuyen una cierta carga erótica. El tratamiento del mármol que hace Bernini, puliendo en gran medida algunas partes y dejando en bruto otras, le da un fuerte aire de teatralidad a la escena, a lo que contribuyen la expresión de los personajes. Hoy por hoy, la obra se encuentra donde se colocó en un inicio, es decir, en la iglesia de Santa Maria della Vittoria de Roma, en la capilla Cornaro.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La gran odalisca, de Ingres

Lámina en A3, 12€
Lámina en A4, 7€
A comienzos del siglo XIX, se produjo una especie de moda por lo oriental y lo exótico que se manifestó claramente en la pintura de la época, integrada, por aquel entonces, en el Neoclasicismo, principalmente representado por la obra de David y la de Ingres, completamente opustas entre sí. Este último se alejó gradualemnte del gusto por lo clásico y se fue acercando poco a poco al mundo de los baños y harenes turcos, sintiendo una gran predilección por la representación del cuerpo femenino. Este cuadro formaba pareja con otro hoy desaparecido, y es uno de los desnudos más controvertidos de toda la historia del arte (de hecho, se expuso junto a la Olimpia de Manet), pero al mismo tiempo es de los más hermosos, a pesar del alteraciones anatómicas que presenta (ese escorzo requeriría tener varias vértebras de más), alteraciones que pasan desapercibidas por la armonía general del cuadro. La gran odalisca, pintado en 1814, se encontra hoy en Louvre, París.