Aunque Lautrec no fue el primero en realizar carteles, sí que fue quien los elevó a la categoría de arte. No solo eso, sino que con ellos nos mostró la forma de vida típica de Montmartre, el barrio de la bohemia, donde la burguesía parisina se mezclaba con los seres de los bajos fondos en los numerosos cabarets de la zona. Precisamente eran estos cabarets y sus artistas los que encargaban los carteles a Lautrec, gracias a los cuales ganaba algo de dinero. A continuación os presento sus cuatro carteles más famosos:
Moulin Rouge, 1891. El famoso Moulin Rouge fue uno de los primeros locales en solicitar los servicios de Toulousse Lautrec, cosechando un gran éxito. En este famosísimo cartel representó a una bailarina de fama efímera, llamada la Goulue, junto al que fue su pareja de baile, Valentín, le "desose" (ambos aparacerían en otras obras del artista). En este cartel puede verse uno de sus descubrimientos, la reducción del fondo a la mínima expresión, y el uso de colores planos, heredado de la estampa japonesa. Simple y efectista.
Ambassadeurs, 1892. Tras el éxito del cartel del Moulin Rouge, Aristide Bruant, un cantante famoso entre la burguesía que se dedicaba a insultar al público que acudía a sus actuaciones mientras cantaba, le encomendó un nuevo cartel para su local Ambassadeurs, en los Campos Elíseos. El éxito fue tal, que Bruant le encomendó varios carteles posteriormente.
Divan Japonais, 1893. El gusto por lo oriental que se desarrolló en Europa a finales del siglo XIX, llevó a la apertura de numerosos locales inspirados en Japón o en China, como este Divan regentado por Ed Fournier, que de japonés solo tenía el nombre. En este cartel representó a su amiga Jane Avril, una famosa bailarina que aparecería en muchas otras obras, junto al crítico Edouard de Jardin. En el escenario se adivina la silueta de Yvette Guilbert, una famosa cantante de la época que siempre actuaba con unos largos guantes negros, que se convirtieron en su seña de identidad.
Jane Avril, 1893. Jane Avril le encargó este cartel a Toulousse cuando debutó en el Jardin de París, un conocido local, después del éxito cosechado por el cartel del Ambassadeurs. El cartel recibió una muy buena crítica y de él se hicieron 3000 copias. Jane Avril aparecerá frecuentemente en la obra de Lautrec. Al mismo tiempo que realizaba estos carteles, Toulouse realizó copias
de sus cuadros con la misma técnica litográfica para venderlas al gran
público. Los encargos de carteles y las ventas de esas copias conformaron los pocos ingresos que permitieron sobrevivir al maltrecho Toulousse en el sórdido Montmartre.