Amedeo Modigliani fue el arquetipo de artista bohemio. Su vida siempre estuvo marcada por los excesos con el alcohol y las drogas que conoció en los bajos fondos venecianos y despues en los locales de Montmartre, que deterioraron su salud hasta el punto de causarle la muerte en 1920 con 36 años. Llegó a París en 1906, cuando era el centro de la vanguardia y muchos artistas se encontraban allí (como Picasso, Max Jacob, Diego Rivera...) a los que retrató en varias ocasiones. Allí recibió la influencia en un principio de la obra de Toulousse Lautrec, de Klimt, Cezanne, y del artista de la estampa japonesa Utamaro, además del cubismo, aunque no tardó en conocer el arte africano en el Musée de l'Homme. De ahí que sus retratos y esculturas presenten ojos almendrados, cuellos alargados y narices torcidas. En 1916 conoció al poeta polaco Leopold Zborowsky, al que retrató en varias ocasiones como en esta obra, de 1917, en la que puede verse la influencia africana, en las formas alargadas y las formas geométricas. Modigliani fue conocido por la inmediatez de ejecución de sus obras, que nunca retocaba. La miseria y la enfermedad (empeorada por sus excesos), fueron la tónica general de la vida del artista, quien no conoció la fama en vida.
Lámina en A3, 10€
Lámina en A4, 6€
No hay comentarios:
Publicar un comentario