Aunque la pintura japonesa tuvo más trascendencia en Europa que la china, fue la china, la precursora de la japonesa. Shen Zhou fue un pintor chino que vivió durante la dinastía Ming, en el siglo XV, que fue el fundador de la escuela Wu. Toda su obra (bastante desconocida aquí), estuvo muy influenciada por la pintura de Ni Zan y sobretodo de Wu Cheng, y se basa en una total libertad compositiva, además de fuertes y dinámicas pinceladas capaces de crear distintos volúmenes y ambientes, creando escenas de fuerte carga poética, pero muy realistas al mismo tiempo, en lo que serían las características básicas de la escuela Wu. Poeta en la cima de la montaña es un claro ejemplo de eso. Las distintas tonalidades de la tinta negra logran crear distintos planos, utilizando pinceladas claras y difusas para relegar las montañas a la lejanía, y pinceladas fuertes y oscuras para los pinos que se alinean en primer término, ocultando los pequeños edificios que se adivinan en la espesura. Esta obra está realizada en un rollo de papel, fue pintada en 1496 y hoy se encuentra en el Nelson Atkins Museum de Kansas City.
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