Lámina en A3, 15€
Lámina en A4, 9€
Durante el tiempo que Vincent estuvo recluido en el psiquiátrico de Saint - Remy, en 1889, se dedicó a pintar lo que veía desde su ventana. El resultado es esta obra, una de las más importantes y conocidas del artista, y una de las que más definen su personalidad inestable. Siempre atraido por la noche, representó aquí un cielo tortuoso, en movimiento, gracias a las espirales de gruesos trazos que serpentean entre las estrellas, concebidas aquí como gigantescos faroles en el cielo que irradian su luz a través de este. Precisamente el amarillo de los astros, vivo y luminoso, contrasta con los tenues amarillos del pueblo, que se adivina a través de las ventanas de las casas.Y es que el espectáculo de esta obra esté en el cielo y no en la tierra. Desde la ventana del sanatorio no se veía ningún ciprés, pero serán recurrentes en toda la obra del artista, como símbolo de su alma atormentada. Esta obra es hoy uno de los más importantes reclamos del MoMA de Nueva York.