miércoles, 30 de mayo de 2012

Adele Bloch-Bauer I, de Klimt



En 1903, Adele Bloch, la triste esposa de un importante industrial (fue un matrimonio pactado, de conveniencia en el que nunca surgió el amor), le encargó a Klimt este retrato, que no sería terminado hasta 1907, siendo la obra maestra del que se ha dado en llamar Estilo Dorado, por motivos obvios. En el retrato, la mujer aparece sentada en un sillón, en un entorno bidimensional, en el que tanto el sillón como el vestido de ella se funden con los mosaicos de colores y el fondo dorado de la habitación, un dorado que parece envolverlo todo, casi como si se tratara de un icono bizantino, sensación acentuada por el hecho de que de Adele solo se ven el torso, las manos y el rostro. Aunque la bidimensionalidad de la obra es una clara influencia japonesa, la verdadera influencia la encontramos en los mosaicos dorados bizantinos que Gustav Klimt había visto en Rávena en 1903. Adele Bloch-Bauer, una mujer melancólica, triste, depresiva, con posibles tendencias autodestructivas, y de la que se dice que tuvo una relación con el pintor, no quedó muy satisfecha con el cuadro, por el mero hecho de aparecer sentada, por lo que Klimt le dedicó otro retrato unos años más tarde (1912), Adele Bloch-Baur II. Los dos retratos se encuentran hoy en la Österreichische Gallerie de Viena (Museo Belvedere).

Lámina en A4, 15€
Lámina en A3, 25€

jueves, 24 de mayo de 2012

Tondo Doni, de Miguel Ángel

Esta obra, en realidad llamada Sagrada Familia con San Juanito, es la única obra pictórica atribuída con seguridad a Miguel Ángel (a excepción de la Capilla Sixtina, claro), fechada sobre 1504, y representa a José, pasándole al Niño a la Virgen en primer término. Un muro separa a la Sagrada Familia de los desnudos y San Juanito. Parece ser que se trata de un encargo de Agnolo Doni, para conmemorar su matrimonio. Ciertamente, esta obra es un anticipo de lo que despues haría en la Capilla, con cuerpos, grandes, casi escultóricos y de colores muy brillantes. 


No está claro el por qué de los cinco desnudos que aparecen de fondo, pero hay que dice que se trata de la representacion de la humanidad antes de la llegada de la Gracia y de Cristo, y otros dicen que son ángeles sin alas. En cualquier caso sí que son recurrentes en su obra. Este cuadro, que se conserva en la Galería Ufizzi de Florencia, aun se mantiene en su marco original, obra del propio Miguel Ángel y cuyo simbolismo se cree que está relacionado con el propio cuadro.